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Mostrando entradas de enero, 2014

LA JIRAFA CATALINA

             La jirafa doña Cata es un ser muy especial, pues su casa ordena con un toque señorial. Madruga todos los días, al mercado temprano va. La verdura bien fresquita ella quiere comprar. En el puesto de las frutas muchas ha de cargar, pues su hija la jirafita Bondadosa, las come sin parar. A la hora de la cena manjares ha de cocinar, ya que llega muy cansado su marido de trabajar. Don Otto es un señor que le gusta colaborar y a Bondadosa le ayuda siempre a estudiar. Agradecida la jirafita a su papá, muchos  besos  y abrazos le da.             Bondadosa colabora en las tareas del hogar, porque desde pequeña le enseñaron que es bueno ayudar. Un ratito por la tarde y un ratito antes de cenar. Su madre siempre le dice que no debe  gritar, solamente hace falta decir las cosas con más claridad. Abriendo el corazón a todo aquel que se quiera acercar, porque uno ¡nunca s

LLEGADA

 Este libro es la conclusión del proyecto "Escritura creativa"de la Asociación Literaria Poiesis, en el cual he participado con el poema "LLEGADA" inspirado en la escultura del artista José Miguel Abril .  Un grito enérgico  vacía el vientre unificando su imagen en la superficie. Disuelve el telar de la imaginación y abre al tiempo su proyección de mirada. Libera el llanto la llamada de la vida y el crujir de la escarcha se detiene en un rincón de la noche. Oblicuo descender de un futuro que sembrará  ojos en la orilla del destino, labios en lo estrecho de una falda  y pájaros  en los pies de quien ame.

REVISTA BROTES DIGITAL Nº 24

Aquí comparto otra tirada de la revista Brotes donde se ha publicado otro de mis relatos.  Pincha aquí para leer la revista desde su web

LUCÍA

Comenzaba la segunda semana de clases y el  primer  examen  asomaba a la ventana de las ganas de ser abogada. Se levantó temprano esa mañana. Lavó el cabello rubio con tanto mimo, como si se tratara de la piel de un bebé. Consultaba el reloj, no quería llegar tarde a su primer examen. Se  decidió por una ropa cómoda y salió de la casa dejando huellas de su perfume y el beso de la madre flotando en el aire. Llegó  a la parada del colectivo  de la esquina de la calle donde vivía,  sacó del  maletín los apuntes y comenzó a leer con tanto fervor que por poco pierde el autobús. En el camino  volvió  a repasar el examen que sabía de memoria y tanta obstinación hizo que se pasara unas paradas. Al bajar del colectivo consultó el reloj y por suerte era temprano; lo cual la animó a deshacer andando los metros que se había pasado. Una mañana soleada de fines de abril acariciaba la sensual figura de Lucía. Ella, pisaba las crujientes hojas que cubrían el suelo de Buenos Aires y se detenía e