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Mostrando entradas de diciembre, 2011

ENVICIADO SILENCIO

¿Cómo sorprender al silencio?... Cuando discurre tras la ventana paralizando mis movimientos. Cuando el humo de su dolor se desprende estallando en pedazos, desmembrando su alma y derramando su lamento sobre mí. ¿Cómo sorprenderlo? en su extravío. Si cuando llega, enviciado de soledad rodea mi espacio. Vanamente, recita promesas muertas de un amor olvidado. Ante él quiero hablar, gritar y mi voz suena hueca retumbando en los muros de su plegaria. ¿Cómo sorprenderlo? en su intento… Tal vez una utopía. Que ataje el mutismo que vuelca su ironía. O tal vez… un juego de palabras, que derrame en mi boca versos de un poema intranquilo por callar las súplicas de un silencio aturdido, reseco y lleno de desconsuelo... ¿Atrapará al enviciado silencio mi voz inquieta?... Graciela Giráldez Del poemario “Entre la utopía y la distopía”

CAMINOS, SUSPIROS, QUIMERAS

Rechinan las calles al compás de mis pasos que se aventuran a su mundo nocturno. Árboles acechan mis sueños, que delirantes, se apresuran a un ritmo vertiginoso. Suspiros entrecortados estimulan al corazón, despertando el pensamiento que naufraga en la memoria. Memoria que juega con tu cabello oscuro, en esta noche de julio. Camino y busco entre baldosas rasgadas el motivo de este viaje. El horizonte humea colores en su profunda pasión, Buenos Aires me abraza, entregándome a su quimera y al calor de un bar que derrama el tiempo alrededor de mi cuerpo. Danzan mis sentidos en el espejismo de una mesa donde dos poetas bailan escribiendo un tango. Tango que respiro nota a nota y se entrelaza a mi pecho, haciéndome caer en la emoción de extrañarte, en la nostalgia de no oírte, de no mirarte, y en la inquietud de amarte. Un charco de agua juega con el reflejo de una luz que se estrella en la acera gastada, dibujando tu rostro, avivando mis ganas. Creo haber des

CIERRO LOS OJOS

Cierro los ojos para soñar con el mundo que quiero vivir. Desnudo mi cuerpo del enredo que provoca el miedo y pienso: ¿Seré capaz de brillar con mi propia luz? ¿Qué color llevaré dentro de este mundo que me invito a crear? plateado, rosado o dorado tal vez… Desafío al mundo opaco e intolerante que vibra bajo mis pies, que me roba los segundos, que me detiene en una tierra de violencias y mentiras… Imagino, vuelo, respiro, y descubro un aire nuevo, de colores brillantes, donde se funde el calor del verano y el frío del invierno... Cierro los ojos y me veo en los brazos del tiempo, compartiendo fantasías a la luz de la luna. Sin límite, ni tiempos para cumplir quimeras e ilusiones. Cierro los ojos para cancelar la mentira y poder vivir en libertad. Cierro los ojos, para soñar… Graciela Giráldez Del poemario “Entre la utopía y la distopía”